¿Una pedagogía corporal?¿Una terapia de movimiento?¿Una gimnasia? Todas estas preguntas pueden responderse afirmativamente, para definir esta práctica corporal que denomino Trabajo con el Potencial Corporal. Se apoya en la premisa de que cuando la consciencia está desplegada, un pequeño estímulo puede producir una gran resonancia.
A diferencia de otras técnicas de reeducación, esta es una práctica corporal no directiva, no utiliza la inducción, no se propone dar instrucciones de cómo tendríamos que respirar o cual sería la postura correcta o una determinada manera de funcionar. Establece una diferencia entre adoctrinar en lo corporal y facilitar experiencias que ayuden a la persona a funcionar con mayor libertad, plenitud y consciencia. Está basada en la confianza de que nuestro organismo posee una tendencia a poner todo en su lugar cuando se le da la mínima oportunidad.
Trabajamos con la idea de que no hay resultados previsibles. El objetivo no es cambiar el cuerpo directamente, reeducar sus “imperfecciones”, se trata más bien de cambiar la actitud interior con la que nos movemos y funcionamos. Explorar el movimiento desde el silencio de la razón, vivir plenamente su fisiología, anteponiendo la curiosidad al análisis, como dice el zen, con mente de principiante. A través de experimentos corporales buscamos la plena consciencia de lo que hacemos. Esta búsqueda nos permite hallar, a veces de manera inesperada, sentimientos guardados en nuestro interior, despertar sensaciones dormidas o tener experiencias conmovedoras que pueden llegar a producir un cambio en la totalidad de la persona y a su vez reflejarse en el aspecto físico.
A nuestros experimentos no se les da previamente un significado, no hay un mapa determinado por el que transitar, estamos interesados en recoger el significado que para cada cual tienen nuestras prácticas.
Empleamos herramientas muy variadas, el trabajo tiene una dimensión estructural al abordar el tejido muscular y la fascia, los huesos, el sistema esquelético. También tiene una dimensión funcional muy importante, se trata de la coordinación neuromotriz, se despliegan un sin fin de posibilidades basadas en el aprendizaje de patrones inusuales de movimiento y trabajo con la micromovilidad, haciendo del movimiento una experiencia consciente.